LOS "COME CUENTO". ¿Parte de la solución? ¿Parte del problema?




      Poco formal el título de esta entrada ¿ no? , pero creo que es idónea para comenzar a explicar un fenómeno que he observado toda mi vida, y que al parecer nunca se desvanecerá.  Ayer, cuando estaba dentro de uno de los vagones del Metro, escuché a una señora hablar muy exaltada sobre un mensaje publicitario que vio en la televisión nacional, y ella, haciéndose de historiadora y muy conocedora de la sociología, le dio la razón a dicho anuncio,y obviamente no podía faltar aquel público que decía "es verdad", cosa que aunque yo ya debería estar acostumbrada, me seguía abrumando ver cómo en primer lugar se tiene la osadía de aplaudir una cuña tan mediocre y ofensiva a la realidad que vive el país, y también como las personas siguen alardeando tantas tonterías, teniendo el tupé de actuar como egresados de Harvard u otra universidad de renombre. Al salir del vagón , solo pude pensar en bautizar a ese grupo como "Los come cuento" y no son sólo ellos. Venezuela está plagada de mucha gente que aún cuando la realidad les golpea todos los días ( sin importar la tolda política a la que apoyen) siguen "hablando gamelote". Lo más deprimente es que todavía no caen en cuenta de que "les siguen viendo la cara de bolsa". 

     Nuestra religión predominante es el Catolicismo, pero pareciera que ya son los partidos políticos y sus miembros las nuevas imágenes de adoración y culto, sean de la tolda que sean, derecha o izquierda, es lo mismo. Ahora bien ¿forman parte de la solución o del problema?, evidentemente parte del problema. No es noticia nueva el hecho de ver como se llega hasta la ortodoxia cuando se trata ellos. Me he cansado de ver a más de uno literalmente forrado de la cabeza a los pies con accesorios y prendas de vestir alusivas o en apoyo a esas figuras que hace vida en el ámbito político del país, o en su defecto escucharlos alardear sobre cuánto dinero gastaron comprando las "prenditas". Para ese tipo de personas es un valor ser activos en el apoyo a dichos individuos, así tengan que perder su personalidad en ello. Es como si formaran una especie de fandom, pero no para idols Pop o Rockstars, sino para aclamar al tipo o a la tipa que aparece con una sonrisa hipócrita en todos los anuncios publicitarios  que se encuentran dispersos en las distintas ciudades que conforman nuestro territorio.

     Hace aproximadamente dos años atrás yo era una de las que pensaba que cada quien tiene derecho a apoyar una ideología o tolda política en específico, ya que motivos y argumentos tendrán para hacerlo, sin dejar de lado el contexto social en el que cada ciudadano se encuentra y los hechos que allí han acontecido . Hoy por hoy me retracto . No hay otra explicación más obvia que la que plantearé en las siguientes líneas. Detesto la ceguera provocada, la estupidez mental y el analfabetismo funcional en la gente que es así, y más cuando salgo a la calle y lo que observo es un país que cada día se está cayendo. Mientras unos nos preguntamos ¿ cómo carrizo vamos a levantarnos después de esto? todavía existen personas  de un lado y del otro que sólo están pendientes de afinar todos los sentidos que siempre parecieran estar dormidos , y escuchar lo que el tipo o tipa de la sonrisa hipócrita debe decirles. La mayoría de los discursos son vacuos, carentes de sentido, pero sobre todo, le pintan a a quienes se dejan manipular una Venezuela utópica. Con "utópica" me refiero al hecho de que, como coloquialmente se conoce en la jerga venezolana, "les pintan pajaritos preñaos". Lo peor es cuando se lo creen y lo aplauden, y por si fuera poco no se evalúa el discurso en cuanto a contenido. Lo  peor radica en el hecho de que no se terminan de dar cuenta de que con cada alocución se siguen burlando de ellos, y de las personas que opinan en base a lo que les toca ver y vivir todos los días al salir de sus casas.

     Lo cierto es que mientras que se sigue perdiendo el tiempo en "Comer Cuento" la dinámica del país en general se sigue prestando para que el deterioro del mismo crezca y se acentúe . Todos los días siento que Venezuela al ritmo que va hará implosión. Se consumirá poco a poco hasta desparecer. Es algo similar a la destrucción de la capa de ozono, solo que trasladado al ámbito ciudadano y político: El daño pareciera se irreversible.

     Mi mamá siempre me dice que mientras esas cuñas existan, el venezolano seguirá estando ciego, sordo, manco y mudo. Sin embargo yo discrepo de su opinión afirmando: No, mami. Las matrices mediáticas siempre existirán, y los ídolos de un lado y otro seguirán en su tarea de intentar manipular al colectivo. La culpa real es de cada individuo que " se come el cuento" y actúa basado en el mensaje que le transmiten.

Madeline Rodríguez. 
       

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