La llave que abre oportunidades: Nosotros mismos.





Fotografía: Madeline Rodríguez. 

Bien, esto es un diccionario. Desde hace unas semanas para acá decidí que, aparte de seguir trabajando en este verano, quiero estudiar, mejor dicho, retomar uno de mis grandes amores en la vida: El alemán. Al igual que Corea, Alemania es otro país al que amo y sueño poder conocer en un futuro, y quién sabe, vivir un tiempo allí de ser posible.

Del alemán amo todo. Amo la escritura, la pronunciación... TODO. Me apasiona conocer cada vez más y más sobre este maravilla de idioma. Más allá de asociarlo a un pasatiempo, ya quiero darle una connotación mucho más madura a mis intenciones de aprendizaje: Tomar todas las oportunidades posibles y sacarles provecho. El alemán para mi actualmente es más que una pasión, al igual que el coreano. Ambos son sinónimos de formación y crecimiento personal para mi, sin dejar de lado que son llaves para abrir muchas puertas que tras si guardan cosas espléndidas.

Estoy consciente que para abrir esas puertas debo esforzarme mucho, y estoy dispuesta a hacerlo. Por amor y porque estoy motivada a ser más, vivir más, sentir más y aprender más. ¿ La moraleja de este post?. No desistir, sino seguir creciendo aunque se torne un poco complejo el camino. Los sueños se materializan a medida que se trabaja en base a ellos.

Madeline Rodríguez

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