Migración. Muchas veces hemos escuchado sobre esa palabra, y lo que sabemos de ella es que es un fenómeno común a nivel mundial. Sin embargo en Venezuela desde hace un tiempo ha sido objeto de polémica. La tan denominada "Fuga de talentos" se convirtió en un tema de conversación que se presta para ser aplaudido o condenado, pero es más condenado que aplaudido dado a que en un país como este todos creen amarlo en la teoría, pero cuando se observa la práctica da mucho que desear. He escuchado argumentos relacionados con los " pro" y los "contra" de tomar un avión y marcharse, así como también tengo conocidos que luego de graduarse se fueron en búsqueda de otro rumbo y mejorías en su vida. Afortunadamente cada vez que hablo con ellos los buenos comentarios no dejan de aparecer .Por otra parte, al salir a la calle lo único que veo es caos en cualquier lugar al que me dirija. Todos esos factores me han permitido reflexionar sobre la Migración, y he llegado a un par de conclusiones, las cuales las compartiré en este post.
En primero lugar, siento que el irse del país es una decisión personal que no debe ser condenada ni juzgada por nadie. Cada quien está en su derecho de forjar su futuro como mejor le parezca, y no se debe estar atado al "amor por el país" o a una idiosincrasia vacua y palurda carente de argumentos. Ese es el caso de Venezuela. Tildar al que se marcha de cobarde por sencillamente considerar que afuera hay mejores opciones de vida es absurdo, empezando por el hecho de que todo el cariño que se profesa son palabras al viento, y los hechos denotan otra cosa muy distinta. No es fácil vivir en un lugar donde cada quien cree que tiene su propia ley y que con ella se puede abusar. No, la ley no es subjetiva, o mejor dicho, en teoría no debería ser así, pero acá se versiona hasta eso por comodidad. Entonces me pregunto ¿ con qué moral se juzga al que se va buscando algo de orden?. Lo dejo a criterio de cada quien.
En segundo lugar cuando tu propio país no te ofrece las condiciones para desarrollarte plenamente en él lo mejor es irse. Esto puede sentirse cruel, pero es la verdad. Acá se carece desde el sentido común hasta de las condiciones mínimas para vivir con tranquilidad. Esto no es política, es cuestión de darse cuenta de que aquí jamás se ha vivido como se debería vivir en un país petrolero. Basta estudiar un poco de historia y evaluar lo actual para tener una visión de esa realidad que no debemos tapar con un dedo. Mejor dicho, el taparla con un dedo ha sido el error garrafal más grande que se ha venido cometiendo toda la vida, y por eso la sociedad venezolana ha ido creciendo en este desastre que tenemos hoy por hoy. Eso ha traído como consecuencia un asqueroso y generacional conformismo que muchos "no se calan", porque ese ha sido el epicentro de muchos problemas que nos atañen a todos. De aquí parte mi tercer punto.
Existen personas que sienten que nacieron en el lugar equivocado. Yo debo admitirlo, soy una de ellas. Mi crianza fue humilde, pero rica en valores. En mi casa me enseñaron a ser una persona que no debe conformarse con lo que ya tengo, sino que busque más, que viva más y que sea más. Siempre estoy reforzando esa manera de pensar, y por eso me afecta el hecho de ver como hay personas que viven de forma perenne en una zona de confort bien triste, y que por si fuera poco el que vivan de esa manera no solo me perjudica a mi, sino a otras personas. Con el transcurso de mi carrera universitaria me he dado cuenta de que las limitaciones las crea el mismo individuo, pero claro, si no existen estímulos que motiven ¿ cómo no crearse esa barrera mental?. Otro error imperdonable que está dentro de la cultura del país, y del cual se desprenden un sin fin de conductas indeseables y tristes que solo hacen que quien piensa como yo se decepciones más de su gente. Eso va desde ser un vulgar conductualmente hablando, hasta practicar la viveza para obtener beneficios propios. Los demás que se vayan al demonio. Agradezco a mi familia por no criarme de esa manera y por brindarme herramientas para poder encontrar gente que mantengan los estándares de comportamiento parecidos a los míos. No es cuestión de ego, es cuestión de ser honesto y sincero con esta y otras manifestaciones carentes de ciudadanía. Es por ello que por lo menos yo siento que nací en el lugar equivocado. Detesto que no exista un orden social que me permita desenvolverme a plenitud. Ahora dejo otra pregunta en aire ¿ esa no es una razón de peso para querer irse?. Que cada quien la responda según su criterio, pero en lo que a mi concierne, sí.
Ningún otro país es perfecto. Es sencillo, nada es perfecto, pero que las condiciones pueden resultar un poco más favorables para vivir es un hecho irrefutable. Venezuela es un país hermoso, pero lleno de anarquía, carente de educación y políticas públicas que en realidad funcionen, y por sobre todas las cosas, carente de ciudadanos que hagan de nuestra nación un lugar adecuado y sabroso para el crecimiento y convivencia. La fuga de talentos en su mayoría está compuesta por personas que se decepcionaron, así de simple. Personas que estudiaron o están estudiando, que tenían fe en que con un título y ejerciéndolo iba a ser un granito de arena para acomodar los destrozos que no han dejado de llover, pero se dieron cuenta de que definitivamente cada vez es más difícil hacerlo, y más cuando no hay condiciones mínimas para lograrlo, véase seguridad, salubridad, educación, economía estable y alimentación. Seamos honestos, esos problemas están allí, y eso genera que cada vez sean más los que toman un avión y se van. ¿ Hay solución? para todo hay solución, pero lo que que falta es interés, y mientras éste no exista Venezuela jamás dejará de sangrar. Porque como dije antes, no sólo se trata de política, se trata de combatir esa corrupción social y desinterés que existe en el colectivo. Para que eso ocurra va a pasar mucho tiempo, y ese tiempo no se debe malgastar. Una vez escuché una frase que me marcó y aplica con esto: "Tú país no puede ser una jaula que te retenga y te impida para cumplir tus sueños. Tu casa es el mundo.". Más cierto imposible.
Para finalizar el post, quiero invitarlos a la reflexión, estimados lectores. Expuesto este pequeño punto de vista ¿ aún creen que es justo tratar de cobarde o desinteresado a quien se va?. Es cuestión de evaluar el contexto. Allí se encuentra la respuesta.
Madeline Rodríguez.
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