Un zoológico llamado "El Metro de Caracas"


Las cosas que ocurren en "El Subterráneo de la Ciudad Capitalina".

Al bajar por las escaleras que pertenecen a cualquier estación del Metro de Caracas, podemos encontrar algo muy parecido a " otra dimensión". Usar dicho  transporte se ha vuelto con el pasar de los años en una tarea titánica para aquel ciudadano que no tiene un automóvil propio. A pesar de poseer " ciertas ventajas", sigue pareciendo un arduo trayecto que estoy segura que a nadie le gusta recorrer, dadas las condiciones que ya el caraqueño y personas que se hayan mudado del oriente u occidente del país hacia Caracas conocen perfectamente. 

La razón por la que redacto el post, es porque hoy observé algo tan deplorable dentro de uno de los trenes correspondientes a la Línea 1 ( las más concurrida por los habitantes de ésta metrópolis tan extraña), que no podía dejarlo pasar. Generalmente los problemas más conocido dentro de los vagones son: 

  •  La falta de aire acondicionado ( Tan típica como que en Venezuela se consume la arepa).  
  •  Trenes que no prestan servicio comercial ( por alguna razón desconocida). 
  •  Vagones sin luz. 
  • Basura dentro de los trenes ( en especial, los de la Línea 1). 
  • Logística precaria para la entrada y salida de pasajeros ( aunque muchas veces reconozco que funcionarios del Metro se alojan en las puertas del tren para dictar instrucciones a los usuarios, pero el esfuerzo en su mayoría es en vano). 
  • Ver un corazón de pollo con sangre dispersa y putrefacta  debajo de los asientos. (¿CÓMO?) . 
 Sí, el último punto me ocurrió hoy al momento de bajarme en la estación que me correspondía. El asco evidentemente no fue normal, y creo que mi gesto de desprecio y repugnancia fue tal que el resto de los pasajeros se dio cuenta de ello ( y me importa un bledo, si se me permite el uso de dicha expresión). 

Bien, ya contando mi desagradable experiencia, quiero comenzar a realizar un análisis y crítica, no a los operadores del metro, sino a los usuarios cuyas conductas son inapropiadas, ya que se ganaron dos galardones el día de hoy : El primero por hacer que la poca paciencia que tenía con respecto al metro se acabara, y el segundo por hacer de éste hecho el más simbólico de las cosas absurdas que se pueden encontrar dentro de dicho medio de transporte. 

Comencemos con el hecho de que el ticket de metro sigue siendo accesible para el bolsillo del venezolano de a pie (1.50 BsF el simple, y el Ida y Vuelta 3 BsF, para poner un ejemplo de las tarifas más bajas de éste). Sabiendo que el costo es mucho más económico que el de un autobús, cuyo precio oscila en 5 BsF el pasaje mínimo y hasta 10 Bsf rutas lejanas, los usuarios ( o como se les bautiza desde hace un tiempo para acá "metro bichos"), siguen creyendo que las instalaciones del Metro de Caracas son una especie de Zoológico o Jungla, ya que el comportamiento que socialmente es aceptado desaparece al momento en el que se usa el subterráneo, lo cual acarrea un deterioro considerable, en lugar de mantenerlo aprovechando lo accesibles que son las tarifas de pago del mismo.

Es habitual escuchar que por los altavoces se dicten ciertas instrucciones y se den recomendaciones para mejorar el sistema. Lo no habitual es que vengan ciertos individuos y se comporten de forma imprudente, cuando el uso de éste medio de transporte demanda orden. La cantidad de accidentes que han ocurrido por imprudencias tales como peleas en los andenes, sentarse justo en el borde de la raya amarilla para tomarse fotos , empujarse a modo de juego, entre otros, son incontables, y pertenecen al compendio de ejemplos que menciono para ilustrar diversas situaciones. ¿Ésto genera una cuota de angustia adicional para otros que esperan no?.  

Todos necesitamos llegar temprano a nuestro destino, pero siempre existe quien cree que su tiempo es más priotario y el de los demás le importa un bledo. Este tipo de personas empuja en la fila que se hace para esperar el tren en el anden, empuja para entrar y empuja para salir del mismo. Desde que he sido usuaria del metro de Caracas he llevado una cantidad innumerable de empujones y golpes, pero dada la situación, es mejor no hacer reclamo. 

La basura rodea a Caracas, y ya se volvió costumbre ver los trenes en condiciones similares a las de las calles de la capital. Otra vez me remito al punto de las tarifas, si se tiene el privilegio de que sigan estando tan baratas ¿ por qué hay que deteriorar y destruir?, no a todos los que transitan en el metro les agrada ver basura o ver sangre piche debajo de un asiento, y tampoco deben ajustarse al antojo de vivir en hacinamiento de unos cuantos. 

¿ Cuál es el colmo de ésto?, que ese conglomerado de personas desordenadas son los primeros en quejarse del mal funcionamiento que tiene el Metro de Caracas, pero no analizan lo siguiente: Es incontrolable para los empleados del metro asistir todos esos casos, que en su mayoría son absurdos y no tienen razón de presentarse. No es responsabilidad total de ellos mantener el comportamiento adecuado, ya que eso es una tarea que nos pertenece a nosotros quienes prescindimos del uso de este medio de transporte

Dejo este post como reflexión para todos los lectores. Lo barato no puede ser menospreciado, ni mucho menos destruido. 

Madeline Rodríguez. 

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