Un recorrido sin boleto por Venezuela

Fotografía: Madeline Rodríguez

Debo reconocer que soy una fan maniática de la diversidad cultural. Para mi es una actividad amena poder investigar un poco sobre las tan variadas manifestaciones que el hombre ha creado para mantener en vida su legado.

Y Venezuela es un país que no escapa de esta realidad

Analizando un poco los acontecimientos históricos suscitados en nuestras tierras,podremos darnos cuenta de que la cultura venezolana es una mezcla y adaptación de otras foráneas. Esos procesos de conquista y colonización fueron ( para bien o para mal) los que dieron inicio a lo que hoy conocemos. En síntesis, somos una especie de híbrido culturalmente hablando.¿ Tiene esto algo de malo? en mi opinión personal no, y menos cuando el mundo entero se vio envuelto en eventos de la misma naturaleza.

Por ser justamente un híbrido es que poseemos una amplia gama de manifestaciones que representan el sentir de los ciudadanos que habitan canda región del país. Las mismas las podemos tener y percibir de inmediato, mientras que otras son más complicadas de presenciar. Lo cierto es que en medio de esa carencia, por así decirlo, existen espacios para permitir la expansión de dichas creaciones. Uno de ellos, y quizás mi favorito, es Hannsi.

Fotografía: Madeline Rodríguez

Hannsi es una tienda ubicada en el Pueblo del Hatillo donde no sólo se consigue todo producto artesanal hecho por venezolanos, sino que también ofrece un ambiente que hace sentir al que va como si estuviese en un viaje. Cada sección representa a una región de Venezuela, mostrando elementos característicos relacionados con los valores religiosos y creencias, música, producciones escultóricas, literarias, etc. Es decir, se viaja por el país entero sin necesitar un boleto de avión ni maletas.

Me parece interesante la propuesta que ofrece esta tienda al público, porque es como una especie de museo ( un verdadero museo, cabe destacar) en el que la persona puede entrar en contacto con las exhibiciones y adquirirlas si eso es lo que desea. Resulta magnífico apreciar como no es un comercio común, sino un sitio de formación cultural real, y eso es lo que se necesita realmente para promover la idiosincrasia e identidad nacional, así como también valores como el respeto y la tolerancia ante la diversidad.

Fotografía: Madeline Rodríguez

La educación cultural no sólo debe quedarse en un pensum académico. Hay que aproximarla al colectivo para que éste pueda querer, valorar y conservar lo que le representa.

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